lunes, 9 de junio de 2008

Movimiento Slow Mundial

Basado en el libro “El elogio de la lentitud” de Carl Honoré

Este movimiento nació en Europa central hace pocos años y cada vez cuenta con más apoyo e integrantes en todo el mundo, especialmente entre los países desarrollados.

La Sociedad por la Desaceleración del Tiempo, que encabeza el Movimiento Slow, realiza todos los meses de octubre una Conferencia Anual en la ciudad turística de Wagrain (Austria), en la que se fomenta el ir más despacio cuando tiene sentido hacerlo. Promueven que cada ser vivo, proceso o acontecimiento tiene su propio tiempo (su “tempo giusto”).

La mente suele saltar de un pensamiento a otro y está siempre activa. Sin embargo, el cerebro rendirá mucho más si puede desacelerar. Esto mejora la salud, hay calma interior y más concentración para pensar de un modo más creativo. Esta forma de pensamiento no actúa bajo presión, sino que aparece cuando hay tiempo y las ideas se desarrollan a su ritmo. Hay investigaciones que dicen que el ser humano piensa más creativamente cuando está sereno, libre de estrés, apuro y presión del tiempo. Un maestro zen decía: en lugar de decir “No te quedes ahí, haz algo”, deberíamos decir “No hagas nada, siéntate ahí”.

Sabemos que somos menos productivos si estamos cansados, estresados, insatisfechos, enfermos. El trabajo es necesario, puede ser un desafío y dignifica… pero que sea lo más importante y ocupe la mayor parte de nuestra vida es una locura. El tiempo que resta para disfrutar de las cosas sencillas diarias y sin apuro es escaso. El Movimiento Slow propone trabajar menos, defendiendo el hecho de que las personas que pueden manejar sus horarios están más relajadas, son más creativas y productivas.

El secreto está en el equilibrio: hacer todo a una velocidad adecuada en lugar de hacerlo todo más rápido.

Desafiar a la aceleración con lectura, meditación, jardinería, pintura, paseos es importante y cada uno elegirá el que le dé más placer y espacio para el disfrute.

En este mundo que nos lleva a la velocidad por codicia o temor a quedarnos atrás, a la tortuga le queda por delante una larga tarea de persuasión.

El Movimiento Slow otorga placer, promueve la salud, las relaciones familiares, la sana comunicación en la familia y vernos libres de apuro. Cada uno puede llegar a la lentitud en su vida de a poco, sin llenarse de actividades por ejemplo, sabiendo que hay muchas cosas que pueden ser postergadas. Los pequeños actos harán que nos sintamos bien y así los aumentaremos en nuestra vida cotidiana.

Conocer este movimiento nos lleva a reflexionar sobre la terapia con personas difluentes, tomando conciencia que las personas necesitan y buscan la lentitud, el tiempo. Desacelerar está bien y hace bien. El mundo está tomando conciencia que hacerlo todo más rápido no trae beneficios, sino que perjudica. Tendremos así más tiempo para escucharnos, mirarnos, conectarnos, interactuar, hablar más tranquilamente con los otros sin ruido, sin apuro.


MOVIMIENTO SLOW MUNDIAL

VIVIR DESPACIO NO IMPLICA QUE TE DETENGAS

Decálogo que Carl Honoré propone :

(Leerlo con tiempo y detenimiento para luego reflexionar sobre ello, de eso se trata)

• No dejes que tu agenda te gobierne. Muchas cosas que te planteas ahora son postergables. Prueba y verás.

• Cuando estés con tu pareja y tus hijos o con tus amigos, apaga el celular y desconecta el teléfono.

• Tómate tiempo para comer y beber. Comer apurado genera males digestivos y si la comida es buena y está bien sazonada, no la apreciarás como se debe. Este es uno de los placeres de la vida, no lo arruines.

• Pasa tiempo a solas contigo mismo, en silencio. Escucha tu voz interior. Medita sobre la vida en general. No tengas miedo al silencio. Al principio te será difícil, luego notarás los beneficios.

• No te aturdas con ruidos o mires televisión como si fueras una medusa petrificada. Escucha música con calma y verás que es bellísima. No te quedes frente al televisor porque sí.

• Escribe un ranking de prioridades. Si lo primero que escribiste es trabajo, algo anda mal, vuelve a redactarlo. El trabajo es importante y debemos hacerlo, pero medita y notarás que no es lo más importante de tu vida.

• No creas eso de que en poco tiempo das amor. Escucha los sueños de la gente que amas, sus miedos, sus alegrías, sus fracasos, sus fantasías y problemas. Es una estupidez pensar que se puede amar una hora por día y basta con eso.

• No creas que tus hijos pueden seguir tu ritmo. Sos vos quien debe desacelerar e ir al ritmo de ellos. Recuerda que la conversación y la compañía silenciosa son los medios de comunicación más antiguos que existen.

• El virus de la prisa es una epidemia mundial. Si lo has contraído, trata de curarte

Publicado por: Daniela Elizburu - Alumna RR.HH. - IESERH - 1º Año - Com: B

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sería buenísimo poner en práctica las pautas anteriores pero... ¿estamos preparados para eso?, ¿podremos hacerlo algún día?